Campamentos 2023

Hola, soy Lucía Tortosa y este ha sido mi segundo año en Chate, ambos como monitora.

Desde el momento en el que recibí de nuevo el formulario para elegir si ser monitora de primaria o secundaria, tenía claro que tras vivir mi primer año en Chate’22, deseaba con volver a sentir la magia del campamento que meses antes me marcó tanto.

Primero que todo, me gustaría agradecer a los profes porque pusieron una vez más su confianza en mí para dejarme formar parte de esta aventura. Gracias a Dani, Elena, Pablo, Cristina, César, Eva y Carolina, por cuidarnos, guiarnos y protegernos durante toda la semana. Sois el pilar fundamental del campamento, y no hay mejores personas que vosotros para haberlo organizado todo tan bien. Y cómo no, mil gracias a Cruz y al Padre Ángel, por regalarnos momentos inolvidables, por hacerse cargo de las medicinas y por todas las eucaristías en las que se nos abría el corazón un poquito más hacia Dios. La base de cualquier proyecto es esencial, tanto como lo sois cada uno de vosotros para este campamento. En esta semana he sido un poquito más consciente de lo importante que no es rendirse, aun caminando bajo la lluvia, derrotados por el cansancio, con alguna que otra ampolla, o aún con barro hasta las pestañas. Seguir adelante y luchar por aquello que llevamos tanto tiempo esperando es muy admirable y me habéis enseñado que somos más capaces de lo que creíamos.

Pero, aunque la base es imprescindible, las personas que lo llevan a cabo son el alma del proyecto. Monitores, sin vosotros nada de lo que hemos creado y vivido sería posible. Gracias por vuestra dedicación y paciencia, por todo lo trabajado antes y durante el campamento, por ser referentes para todos los acampados. Sois el claro ejemplo de la frase que el cole nos lleva enseñando durante muchos años: “Para en todo amar y servir”. Habéis sido luz, alumbrando el camino cuando todo parecía torcerse; amor, siempre incondicional y sin esperar nada a cambio; habéis sido felicidad, sacando a todos una sonrisa a pesar de que en muchos momentos todo se nos puso en contra, y servicio, entregándoos por y para todos. Jamás olvidaré la familia tan bonita que hemos formado y ojalá el destino vuelva a juntar nuestros caminos. Espero que estéis muy orgullosos del trabajo que habéis hecho porque la alegría que hoy los acampados sienten por esta semana tan intensa es gracias a vosotros.

Y por último, pero no por ello menos importante, llega el momento de hablar de los acampados. He de admitir que pese a las dificultades que han surgido a lo largo del campamento, vuestra actitud y saber estar, y creo que hablo en nombre de todos los monitores, nos han hecho creer que realmente merece la pena toda la dedicación que conlleva esta semana.

Espero que tras estos días hayáis descubierto la magia del Chate, y ojalá permanezca para siempre en vuestros corazones, porque aunque cueste de creer, y a mí la primera, el Chate verdaderamente empieza cuando el campamento termina, demostrando con vuestras acciones que esta experiencia os ha hecho cambiar, apreciar mejor los pequeños detalles, disfrutar de la naturaleza y madurar personalmente. Ojalá pueda haber cumplido mi objetivo y haberos transmitido lo que este campamento significa para mí.

Por todo esto y mucho más, gracias por darme la oportunidad de conoceros y de vivir otra vez la magia del Chate. Me sentiré siempre eternamente afortunada.