Todos los años, el colegio Guadalaviar organiza las Jornadas Matemáticas Valencia, con el objetivo de difundir y poner en valor el interés por el cálculo, la lógica de una forma amable y divertida, dirigido a "despertar y promover el sentido útil y lúdico de las matemáticas" y de las habilidades que esta materia conlleva: la capacidad de cálculo, la lógica y el razonamiento, y de este modo influir en el proceso de aprendizaje de las matemáticas más allá de lo que permite el currículo escolar.
El pasado viernes 17, fue la entrega de premios de la XXXII edición de la JORNADA MATEMÁTICA VALENCIA en la Universidad Politécnica de Valencia.
Quedaron finalistas:
Alex García , de 4ºEP, lo expresa con esta claridad:
"Para mi... he intentado pasármelo bien, era como un reto. Como habían varias fases, tenía que llegar lo más lejos posible. Pero ha sido una experiencia muy divertida."
Javi Martín nos cuenta su experiencia:
Al empezar la entrega de premios, me sentí muy nervioso, ya que no sabía si me nombrarían de zona 10 o no. Cuando empezaron a anunciar la zona 10 de 1º de la ESO, parecía que la lista nunca acababa, y cuando por fin dijeron el último nombre, no me habían nombrado. Sentí mucha emoción, y cuando tampoco me nombraron de 3º, empecé a temblar. Finalmente, cuando me nombraron 2º, salí temblando de mi asiento hacia la grada para que me entregaran el premio. Fue una experiencia que nunca olvidaré.
Inma Mur, profesora de matemáticas en 1º ESO, nos cuenta su experiencia acompañando al alumnado en estas Jornadas.
Haciendo memoria, llevo aproximadamente 15 años acompañando a mi alumnado a estas pruebas. Creo mucho en este tipo de experiencias porque, en algunos alumnos y alumnas, despiertan mucho interés, y es algo que nunca olvidan. Desde cada curso, lanzamos la propuesta a todo el alumnado, y son ellos los que te dicen si se quieren presentar. Suelen hacerlo aquellos que sienten un cariño y motivación especial hacia las matemáticas, y que lo demuestran con su creatividad al resolver problemas, el buen manejo de los cálculos, o esas preguntas curiosas que te hacen en clase y te hacen ver su curiosidad innata. No necesariamente se presenta el alumnado con mejores notas. La decisión de presentarse la toma la familia junto con ellos. Algunos alumnos necesitan que les des un empujón, haciendo ver que confías en ellos para presentarse a estas pruebas. Viven ese momento con mucha alegría, porque se dan cuenta de que confías en ellos. Yo he llegado a presentar a algún alumno porque en un momento determinado de una clase de matemáticas vi algo en él que me sorprendió, por ejemplo el razonamiento a un determinado problema, o la manera de resolver un reto.
La prueba consta de dos fases eliminatorias. Es muy bonito acompañarles y vivir con ellos el momento de la entrada y la salida a cada prueba. Cuando llegan a la Politécnica, se hacen conscientes de que están con mucha gente de su misma edad compartiendo el gusto por las matemáticas, y eso es fantástico, y algo que no olvidarán nunca. Mientras hacen la prueba, me gusta conversar con sus familias, siempre son ratos muy agradables. Y al salir, nos encanta escuchar cómo hablan entre ellos acerca de la resolución de la prueba. Siempre hay momentos divertidos. Recuerdo a un alumno decir al salir “Es que lo he contestado todo, no me lo creo”, y echarnos todos unas risas.
Inma Mur y Alberto Gilsanz