In Memoriam Vicente Fuster


In Memoriam Vicente Fuster

La última vez que vi a Vicente fue la última vez que paseó por las Escuelas. Fue hace apenas dos meses y me dio una enorme alegría verlo aparecer por el pasillo de Bachillerato; se metió en la clase de Historia del Arte, estuvo hablando con los alumnos y resultó un rato emocionante para todos. No lo sabíamos entonces, pero fue una despedida bonita.

Quien se ha ido era mi maestro y el maestro de muchos. Primero, como alumnos, nos enseñó a reflexionar y a disfrutar del aprendizaje, a mirar el mundo para tratar de entenderlo. Después, ya como compañeros, que es importante transmitir pasión por las cosas bien hechas y que el trabajo en equipo significa generosidad en la ayuda y lealtad en la relación. Como director y ante cualquier dificultad, Vicente siempre miraba primero por las personas, fueran cuales fueran las circunstancias; siempre prefería negociar (como buen fenicio) a imponer; y siempre acababa sus mensajes con una palabra de ánimo.

No cabe en unas líneas lo que ha significado Vicente en nuestras vidas. Pero aquí van algunas de las cosas que han escrito compañeros y amigos:

“Siempre estaba a tu lado cuando lo necesitabas, y te ayudaba siempre que podía. Amigo leal, que nunca te fallaba, en el que podías confiar. Te aceptaba tal como eras y te daba sin necesidad de recibir” (J. Subías).

“Gracias por ser mi amigo. Un compañero que acabó siendo un amigo. Un amigo que siempre tuvo claro cuál era la trinchera desde la que luchar día a día y que transmitía tanta serenidad y tantos ánimos que era difícil no acudir a él ante cualquier situación. Si había alguien íntegro y con los pies en el suelo, ese era él” (C. Ferrer).

“Si busco una palabra que me recuerde a Vicente, en mi mente aparece pasión. Pasión que nos ha transmitido a todos los que hemos compartido momentos con él” (A. Montalt).

“Pienso en Vicente y en mi mente aparece la palabra agradecimiento. Por su acogida, me abrió la puerta de estas Escuelas y me acompañó en esos comienzos que fueron tan difíciles. Por todos los momentos compartidos, lo que me enseñó, lo que me animó y confió en mí” (L. Acevedo).

"Recuerdo con mucho cariño el tiempo que compartimos equipo directivo de Secundaria. Todo lo que aprendimos juntos... Sentir que un equipo diverso es capaz de ponerse de acuerdo y decidir entre todos. La confianza que proporcionaba aquello de "Yo no lo veo, pero si vosotros lo véis, adelante". También recuerdo la pasión con la que vivía las propuestas, los cambios, la innovación. Desde el increíble proyecto de investigación sobre Valencia que en los 90 pudimos hacer los que fuimos alumnos suyos en aquel 2º de BUP hasta su apertura hacia la renovación de la enseñanza, el PPI, la reflexión en el diseño de unidades didácticas y el sentido de las programaciones. Y aquella frase de una despedida de final de curso "Cuando soplan vientos de cambio, algunos construyen muros, otros levantan molinos". Gracias Vicente por todo este tiempo." (Alberto Gilsanz).

A los alumnos que dejaban el colegio, Vicente solía recordarles un poema de Kavafis del que ahora podemos recordar algunos versos:

Itaca te ha dado un bello viaje.

Sin ella nunca lo hubieras emprendido;

pero no tiene más que ofrecerte,

y si la encuentras pobre, Itaca no te defraudó.

Con la sabiduría ganada, con tanta experiencia,

habrás comprendido lo que las itacas significan.


Gracias, amigo.

Blanca Hermenegildo Caudevilla

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