Viaje a Marsella 2024


Viaje a Marsella 2024

El mes pasado culminó, con nuestro viaje a Francia, la experiencia de intercambio con el Lycée de Provence, de la Compañía de Jesús de Marsella.

Durante una semana, el alumnado descubrió la cultura provenzal, tuvo la oportunidad de recoger los frutos de cuatro cursos de aprendizaje de la lengua, creó o afianzó lazos afectivos, aumentó su capacidad de adaptación a nuevos entornos y maduró a nivel personal.

Los 24 años que llevamos realizando la experiencia con este centro hacen que para el profesorado sea ya un espacio apreciado en el que, año tras año, sentimos la acogida cariñosa de las distintas profesoras que han ido organizando cada intercambio.

Además, este curso, también hemos disfrutado acompañando a un grupo especialmente bueno, agradecido y cariñoso. Que el profesorado y las familias de acogida pongan en valor la buena educación de nuestro alumnado siempre es un motivo de satisfacción y orgullo.

Una semana de inmersión lingüística supone un avance considerable en el aprendizaje y una motivación para seguir profundizando. Pero también ayuda a desarrollar nuestras capacidades personales de autonomía, tolerancia a la frustración (no todo es siempre como uno espera o desea), apertura al otro, descubrimiento de diferentes maneras de ver el mundo o de organizarlo. Si ese descubrimiento se produce entre iguales en edad, en un contexto de afecto y diversión, seguro que ayuda a tender puentes interculturales. A partir de ahora “los franceses” ya no son una entidad abstracta y plana sobre la que verter ideas preconcebidas, sino una realidad múltiple con nombres y apellidos, llena de los matices que tanta falta nos hacen para vivir y convivir en una cultura cada vez más amenazada por pensamientos simplistas y polarizados.

Compartimos algunas valoraciones del alumnado:

“Nos ha ayudado a adaptarnos a distintas formas de vivir, además de aprender cultura e historia.”

“Ha sido un viaje fantástico, en el cual muchos hemos quedado fascinados, al comprobar, que nuestro nivel de francés era más alto del que imaginábamos.”

“Sobre todo nos ha servido para desarrollar la escucha, también nos ha ayudado en cuanto a maduración personal, hemos sido capaces de entrar en una casa, con una familia que no conocemos de nada y adaptarnos a sus costumbres y su manera de vivir.”

“Para mí ha sido una experiencia inolvidable y un viaje extraordinario, he rehecho amistades y he fortalecido otras, aparte de que he podido tener la oportunidad de desenvolverme en un idioma diferente al nuestro y he tenido el privilegio de poder equivocarme y que una persona con cariño me corrigiese. También he podido incrementar mi responsabilidad y autonomía, ya que aunque fuésemos acompañados por los profesores, tenía que cada uno estar al tanto de sus cosas y ser responsable con las horas, quedadas, y costumbres de las familias. Sin dejar pasar que hemos experimentado una cultura un tanto distinta a la nuestra, que puede traernos buenas costumbres y hábitos que a lo mejor no habíamos pensado, y pienso que he descubierto cosas de mí que no sabía.”

En una semana he aprendido mucho más de lo que me imaginaba, tanto culturalmente como el propio idioma y que estos 4 años hayan dado sus frutos con nuestro esfuerzo. Ha sido muy interesante conocer otras costumbres y tradiciones y convivir con otra familia que es donde más he aprendido a expresarme y organizarme, y sobre todo saber adaptarme a otros hábitos que están fuera de mi zona de confort. Ha sido un viaje que al recordarlo me transmite mucha felicidad y estoy muy agradecida a los profesores que han hecho esto posible.”

“Ha sido una semana llena de emociones diferentes que cada uno ha vivido a su manera, pero todos con la misma ilusión. A pesar de tener sus dificultades, todo es un aprendizaje que nos ayuda a crecer y a madurar como personas. De este viaje me llevo recuerdos duraderos y nuevas amistades que guardaré siempre con cariño. Es una experiencia que recomiendo a todo el mundo que tenga la oportunidad de vivirla.”


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